"Tenemos mejor iluminación que el Wanda"

Pablo Rodríguez-Villamil es el ingeniero que, de la mano de su firma Eonos, se encarga de mantener la iluminación del Carranza. Su primer encargo en el estadio fue a través de FCC, con la instalación de obra en el tramo final de la construcción del nuevo estadio. Después, y en un tiempo record, de un lunes para un sábado, implementó la iluminación provisional que suplió los focos de la vieja visera de tribuna. Al año siguiente, tras la jubilación del ténico que hasta entonces se hacía cargo, desempeñó también el mantenimiento completo y las mejoras necesarias para cada temporada.

El cadismo se lo contagió su padre, Salvador, que era socio del equipo en los años setenta y ochenta, y que desde entonces acudió al campo a ver todos los partidos importantes de su equipo. Falleció recientemente, viendo a su equipo ascendido, y pudiendo despedirse de todos sus seres queridos, algo que consuela a su hijo.

Nos citamos en una terraza del paseo marítimo gaditano. Llega con el tiempo justo para atenderme, porque los preparativos del comienzo de la temporada lo tienen muy atareado, y entramos en materia enseguida. Es de palabra fácil y se ayuda de las manos para ilustrar lo que cuenta. Tiene mil historias que contar, algunas que no pueden salir de mi block de notas, y otras que no caben en la longitud de este artículo.

— ¿Cómo se presenta el inicio de la liga?

— Ahora mismo no sabemos cómo va a ser la temporada. Esta mañana hemos conocido que el equipo tiene otros dos positivos y se han suspendido los amistosos. Nuestra prioridad es estar listos para el primer partido en el Carranza que es en apenas dos semanas.

La retransmisión de los encuentros con definición 4K obliga a incrementar la potencia lumínica.

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— ¿Qué mejoras ha necesitado el estadio para la nueva temporada en Primera?

— La iluminación se adaptó a las exigencias de LaLiga para Primera el pasado noviembre, aprovechando el encuentro de la selección Española, y con la ilusión del ascenso en el horizonte. Hasta entonces, el estadio contaba con una iluminación adecuada para practicar el fútbol y poderlo disfrutar desde la grada. Sin embargo, la retransmisión de los encuentros de Primera se hace con definición 4K, y eso obliga a incrementar la potencia lumínica. Por eso las luces se encienden incluso en horario diurno. Los espectadores y los jugadores no necesitan luz si el partido se juega de día y con sol, pero la televisión de alta definción, sí. Con la remodelación, se pasó de proyectar 300 lux sobre el terreno de juego, a los actuales 3000, que suponen 3000 lumens por metro cuadrado. Esto elimina las sombras sobre el césped y hace más nítidos los primeros planos de los jugadores.

— En ese caso, hasta donde nos lo permita la Covid-19, ¿todo está listo para disfrutar la próxima temporada en el Carranza?

— Ahora mismo tenemos mejor iluminación que el Wanda, es una de las más recientes de todo el país, y pueden controlarla dos operarios, aunque con el protocolo sanitario seré yo el responsable de hacerlo, al menos en las primeras jornadas. En realidad, alguien sin conocimientos podría encender y apagar el estadio desde un cuadro intuitivo que hemos instalado.

— Fue una inversión a futuro.

— Absolutamente. Se hizo con la esperanza del ascenso. El Depor acometió una actualización similar estando en Primera, y ahora se ven en Segunda B.

— Para colocar la Skycam, ¿también contarán con vuestros servicios?

— Llevo diez años asesorando al Cádiz, desde los tiempos de Antonio Muñoz, pasando por los italianos, Quique Pina y ahora Vizcaíno, y con el tiempo me he ganado la confianza del club. Suelen buscar mi opinión sobre este tipo de infraestructuras. La Skycam la instala LaLiga. Nosotros tendremos que darle suministro eléctrico a los motores que la manejan, y a la cabina desde la que se controla. Esa es una de las tareas en las que estamos trabajando ahora.

— ¿Cómo es el día a día del mantenimiento?

— Desde que el equipo está en Segunda, se hace un mantenimiento exhaustivo de las instalaciones. Se dejó de hacer cuando el equipo cayó a Segunda B por falta de presupuesto y porque los partidos se jugaban de día y no era necesaria la iluminación, pero ahora es imprescindible para que nada pueda fallar. Durante la semana revisamos los puntos más delicados de la instalación, aquellos que pueden fallar con más probabilidad. El día antes de cada partido probamos toda la iluminación y se hace una revisión general. El día del partido se enciende todo dos horas antes del encuentro, y solo se apaga cuando el campo está vacío. El club cuenta con un suministro independiente para sus oficinas.

Se podría jugar un encuentro con la ciudad a oscuras.

— ¿Qué pasa si se pierde el suministro eléctrico un día de partido?

— El estadio cuenta con un sistema de luces de emergencia que permiten evacuarlo con total seguridad. Además, hay grupos electrógenos que saltan en menos de 10 segundos y con los que podría desarrollarse un encuentro con normalidad. Si se fuera la luz en toda la ciudad, se podría jugar un partido de fútbol, siempre que el árbitro lo juzgara prudente.

— ¿Ha ocurrido algo similar alguna vez?

— En los diez años que llevo trabajando en el estadio, solo una vez, durante un Trofeo Carranza, hubo un pequeño incidente. Se fue la luz en un sector del vestuario que ocupaba el Atlético. No afectó al uso de las instalaciones y se reparó después de celebrado el encuentro. Si se hace un mantenimiento correcto no tiene que haber sorpresas. Hace años se suspendió un Rayo-Madrid por falta de luz. Un operario, al que habían despedido, cortó los cables. Si no es por un sabotaje, es muy difícil que haya un fallo generalizado que impida celebrar un encuentro.

Lo dejo marchar con el tiempo justo para recoger a su hijo y seguro que con la cabeza llena de cálculos eléctricos. El próximo sábado veremos por televisión el resultado de su trabajo.