¡Canallesco!

Peritas

Speaker Juan Ardentía: Hay que adaptarse a los tiempo y asumir la nueva faceta de espectáculo y show en el fútbol. Lo del animador o speaker es complicado, pero en Cádiz más. Lo que había, más que animar, desanimaba. Lo de ahora es otra cosa. Juan Ardentía ha sabido encontrar ese nexo de unión con las gradas, sin dirigirla como colegiales, con simpatía, utilizando bien los tiempos, sabiendo cómo y cuándo. Como el detalle de marcar el inicio del himno para que todos canten a la vez, y luego dejar cantar a la grada. No se trata de ser más o menos chistoso, como algunos quieren ver, se trata de conseguir la complicidad de la afición; pero en Cádiz eso se consigue con arte, con espontaneidad, con chispa... con gracia. Una Perita para @Ardentiadecai y que siga animándonos para sacar esto adelante.

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Se volvió a vivir un maravilloso ambiente de fútbol.

Equipo: Sería injusto premiar a algún jugador en concreto, pues todos, unos más y otros menos, son merecedores de una Perita. Con todo ello, no puedo evitar contradecirme y reservar las Peritas más gordas para Alcaraz y Ledesma.

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El ambiente: Se volvió a vivir un maravilloso ambiente de fútbol, desde el mediodía por los alrededores del estadio. Mucho ánimo, mucha alegría y mucha cerveza. Ese cántico de "el resultado me da igual", que muchos interpretan erróneamente al pie de la letra, es precisamente esto: Yo soy tan del Cádiz como el Cádiz es mío, por mucho SAS que sea, y ningún resultado, por malo que sea, va a alterar mi sentimiento.

Membrillos

Mateu: Siempre se ha dicho, y con razón, que el mejor árbitro, el mejor arbitraje, es el que pasa desapercibido. En este sentido ya Mateu Lahoz arranca mal, pues más allá del partido y del arbitraje, su gran ambición es ser el protagonista. Con ello denota tanta frustración personal como acomplejamiento. Según las cuentas de @Alvaro_Illesca, él solo, con sus moralinas, perdió 1 m. 28 s., más que cualquier jugador. Debería haberse sacado tarjeta a sí mismo por pérdida de tiempo. Y otra ristra de segundos en cada falta, aunque fuera en campo propio, para marcarla con el spray, que se ve que le gusta, porque así lo enfocan más las cámaras. "¿Os creéis que vuestras protestas por los arbitrajes y por los dos penaltis pasados me van a afectar? Ja. Pues aquí estoy yo, el gran Mateu para demostraros que no. Y para ello, ahí tenéis, otra mierda de penalti. ¡A joderse". Este debió ser el pensamiento canallesco del ínclito Mateu, pues si no, no se entiende. Porque, encima, es un árbitro que se vanagloria de "dejar jugar", de "no pitar cualquier roce", de no caer en los "penaltitos"... Y va y pita lo que pita. No se explica. Bueno, sí: "¡Canallesco!". Acaba con la cosecha de membrillos.

El resultado: Lo más triste de todo, es el raquítico punto conseguido. Y gracias. El equipo ahora juega "mejor", presiona más arriba, hacemos circular el balón, tenemos más posesión, etc. Pero los resultados no se corresponden. Dos ocasiones de gol, una en cada tiempo, y ambas de sendos saques de banda por la "catapulta".