Otra pasada

Noche mágica en el Camp Nou. Para esto hemos pasado temporadas en el pozo, en campos de tierra o césped artificial, estadios sin gradas donde Cristo perdió el mechero. Sí, para esto, para vivir una noche grande en Primera División. Con siete cambios y sin perder el ojo a lo que nos viene el jueves, pero compitiendo, con nuestras armas y con un par de huevos bien gordos.

En ganas e ilusión somos de Champions.

Un Ledesma colosal, imperial, con un partido para enmarcar y con 10 guerreros delante que se han partido la cara y han dado un golpe en la mesa a un solo grito: "nos vamos a dejar la piel para salvarnos", como ya dijo días atrás el guineano Carlos Akapo.

Se ha pasado momentos de agobio, como era de esperar, ante un equipo que con un solo jugador se paga toda la plantilla cadista. En ganas e ilusión somos de Champions. Estamos felices los cadistas y, cuando nadie daba un duro por nosotros, nos hemos levantado y sacado tres puntos claves. Tres puntos de oro donde nunca habíamos ganado en los más de 100 años de historia de nuestro club.

Desde que llegó Sergio tenemos grandes números.

Que nos quiten lo bailao. Desconzco las estadísticas, pero ni el Barcelona ni el Madrid han tenido cojo... de marcar un gol al equipo amarillo en su propio estadio.

A los jugadores, solo dar las gracias, gracias y gracias por hacernos sentir nuestra propia Copa de Europa o final de la Copa del Rey. No es nuestra liga, pero los tres puntos van para la tacita de plata, que falta nos hacían.

Confiemos en los nuestros que desde que llegó Sergio tenemos grandes números. Hemos competido con todos, y eso es maravilloso. Es una noche para soñar, para seguir creyendo y seguiremos jugando finales y las finales hay que ganarlas, y este es el camino!!!