Gracias Salvi

Desde el 2015 recorriendo la banda derecha del Carranza, de tierras sanluqueñas llegó Salvi, un desconocido hasta ese momento que parecía ser un fichaje más para seguir deambulando por el pozo de la 2B y se ha convertido, pese a quien le pese, en uno de los símbolos de la afición amarilla.

Como los buenos amigos o la familia, ha estado en las buenas, en las malas y, sobre todo, en las peores. Pudo irse hace unas temporadas como hizo Alvarito, pero por lo que sea se quedó con la amarilla y, las cosas del destino, las bandas de ese Cádiz de buenos recuerdos correrán juntos por Vallecas.

Ha jugado en campos en campos lamentables, en los de Segunda y en los de la élite.

Esperemos no echarte de menos en el campo porque, estoy completamente seguro, que el vestuario no será igual sin ti. Se va a notar y mucho.

No es brasileño ni tampoco francés, es rápido y es gaditano, ha jugado con molestias, lesionado, de punta, de lateral, en la izquierda o en la derecha, en campos lamentables, en los de Segunda y en los de la élite.

Ese es Don Salvador. Te podrá gustar más o menos, no te convencerán o sí sus centros, pero tiene alma amarilla.

Tiene mi reconocimiento y seguro que el de la mayoría de los cadistas.

Que no se vaya por la puerta de atrás, que se vaya en hombros, con todos los reconocimientos que se merece merece. El mío lo tiene, y seguro que el de la mayoría de los cadistas.

Se nos va a hacer muy extraño ver la bala sanluqueña con otra camiseta, o no acordarme de tu gol en Miranda.

Toda la suerte del mundo Salvi, te puedes ir triste, pero tranquilo... igual a partir de hoy somos un poquito más del rayo.

Gracias y 7 veces (tu número que pesa) gracias.

Esta será siempre tu casa.