Renacer

Los de Sergio González cosecharon por fin la primera victoria de la temporada frente a un rival como es el Real Valladolid. Tras cinco jornadas consecutivas siendo superados por sus rivales, el Cádiz consigue coger aire en lo que estaba siendo una caída cuesta abajo y sin frenos.

Esta victoria significaba mucho más que tres puntos.

Y es que esta victoria significaba mucho más que tres puntos, ya que tanto el aficionado cadista como el propio club catalogaban el encuentro de final. Aunque el juego mostrado por los gaditanos no fue el más óptimo sumado a que Conan Ledesma fue de nuevo nuestro mejor jugador, los partidos de fútbol se ganan marcando goles, y el Cádiz fue el único que lo hizo. Podría sonar simplista, por su puesto, pero a día de hoy los de Sergio González no pueden optar por especulaciones. El Cádiz necesitaba ganar a toda costa, sea como fuere.

Ser sometido durante gran parte del encuentro es algo que no suele gustar, ni al aficionado ni, por supuesto, al entrenador. No obstante, también podemos encontrar similitud en el fútbol y un combate de boxeo. Puedes encajar 20 golpes que duelan pero que no te manden a la lona y tú dar uno y ganar el combate. Pues eso es lo que hizo el Cádiz. Se vistió con el mono de trabajo, aguantó y aprovechó el error en salida de Asenjo tras un gran centro de Zaldua. También ese modus operandi es difícil para el aficionado, ya que el sufrimiento y pasarlo mal no se lo quita nadie.

Los últimos diez minutos del Cádiz fueron de un equipo que quiere revertir la situación.

Concentrándonos en algunos aspectos del juego, el Cádiz en resumidas cuentas no jugó bien. Un Lucas Pérez muy aislado y lejos del balón, un Pacha que todavía no recupera el nivel del año pasado y un centro del campo que todavía no conecta bien en fase ofensiva. Por supuesto, hay muchas cosas que mejorar y es que el juego desplegado en Pucela por los de Sergio González no fue positivo. Es clave que el Cádiz recupere el nivel del final de la temporada pasada.

Para terminar, también podemos extraer cosas positivas. Los últimos diez minutos del Cádiz fueron de un equipo que quiere ganar y que quiere revertir la situación. Bondonga debe ser un jugador importante en este equipo, ya que solo con dos pinceladas de calidad aporta cosas diferentes. Rubén Alcaraz es el timón del centro del campo. Con el catalán, el Cádiz es diferente y cambia su propuesta en el campo

Tres puntos que cambian el ánimo y ayudan a afrontar las jornadas venideras desde otro punto de vista. Tanto jugadores como cuerpo técnico necesitaban esta victoria y ese primer gol que tanto se ansiaba. El renacer de este equipo comenzó en Pucela.