Sin explicación

LaLiga EA Sports Jornada 15 / Temporada 2023-2024

Muy complicado es no dejarse llevar por el corazón y los sentimientos después de un nuevo episodio de injusticia con el equipo de Sergio González, al que parece estorbar en la máxima categoría del fútbol español. El señor, por llamarlo de alguna manera, Gil Manzano se volvió a cargar el partido.

El extremeño, al que no es difícil verlo disfrutando del paseo marítimo gaditano, de su clima y gastronomía, parece ser que le cobraron de más en algún establecimiento o le costaría trabajo encontrar un aparcamiento que no fuera zona azul y quiso tomarse la venganza.

El partido comenzó con un Cádiz con las ideas claras.

El partido comenzó con un Cádiz con las ideas claras, presionando la salida de balón del Celta y moviendo la pelota como en la primera época del míster nada más llegar a tierras gaditanas. Los de Benítez no encontraban su sitio y no podían con el buen planteamiento cadista, todo correcto hasta que llegó el golazo cadista; un buen centro de Iván Alejo fue rematado de forma espectacular por Chris Ramos, que refrendaba el buen juego amarillo.

Pues nada, sobre la media hora de juego, una falta a Roger se la comía el colegiado de la contienda y segundos más tarde, en la misma jugada, expulsó a Víctor Chust en una acción en la que nadie entiende. El toque fue mínimo y Fali, que estaba al lado como último hombre, rompía cualquier forma legal de roja, pero nada, la pata hasta el fondo y con alevosía, otro a mano armada que hizo que el partido ya fuera otro.

Más faltas y más tarjetas, que como bien dijo el entrenador catalán del Cádiz, una situación peligrosa, ya que el estigma de equipo que no quiere jugar a la pelota o que pierde tiempo o que es tratado de forma distinta a los demás no nos viene para nada bien.

Sin la expulsión, los derroteros iban más por la victoria gaditana.

A partir de ahí, un inconmensurable David Gil, que nada pudo hacer en el gol céltico, y a volver a echarse atrás y aguantar las embestidas gallegas. Una pena porque sin esa expulsión, los derroteros iban más por la victoria gaditana por lo que realmente pasó.

No sé si el punto servirá, seguro que sí si ganamos el domingo a Osasuna en casa, pero de lo que sí sirve es que si no es por una cosa es por otra, pero todo son trabas para un equipo que, si lo mermas de lesiones, expulsiones (ya van 5), tarjetas y mala suerte, pues es más complicado aún.

Decirle a Rafa Benítez que tiempos pasados fueron mejores y que es una pena ver, mejor dicho, escuchar ciertas declaraciones que ni él mismo entiende, tendrá resquemor aún del día de Cheryshev.

Por otro lado, al espigado delantero noruego Larsen, sí, aquel que en la previa veía fácil, muy fácil, la victoria, comentarle que no se dedique a echar las cartas y que, aparte de lavarse la boca al hablar y respetar a un club con 113 años de historia, cambie de academia para hablar español y que siga mirando hacia arriba en la clasificación, allí nos verá.

En fin, contento esta vez con la actitud del equipo y a pensar ya en el domingo, esperemos que la media hora de Vigo no sea un espejismo.