Ledesma no se vende, o eso decían

Manuel Vizcaíno, presidente del Cádiz CF, explicó no hace mucho cuál era el planteamiento de la Dirección Deportiva de cara al mercado de verano que se abre la semana que viene. La primera premisa era que el meta indiscutible de las cuatro temporadas en la máxima categoría no estaba en venta. Jeremías solo saldría si algún club estaba dispuesto a pagar íntegra la cláusula de rescisión.

La segunda era que jugadores como Sobrino o Guardiola estaban fuera de la plantilla y, aunque el club estudiaba la posibilidad de traerlos de vuelta, se buscarían opciones con más experiencia y mejores rendimientos en la categoría de plata.

La euforia inicial que invadió a la afición empieza a desinflarse.

Ambas parecen ser erroneas. Según varias informaciones, el meta argentino saldrá del club por bastante menos de lo que marca su cláusula de rescisión. En cuanto a la continuidad de Sobrino o Guardiola, parece que para el staff del club la opción preferente fue, desde un principio, renovarlos. El de Daimiel ya ha firmado su continuidad. En cuanto al catalán, el club espera que ningún equipo de Primera decida hacerse con sus servicios para ofrecerle una renovación.

Retener a Ledesma en Segunda no era fácil y la calidad de Sobrino puede que se traduzca en un mejor rendimiento en la categoría de plata. Siempre, claro está, que Paco López acierte con el roll que el de Daimiel debe cumplir. El mercado es largo y habrá que esperar al final para hacer balance, pero parece que la euforia inicial que invadió a la afición empieza a desinflarse.

No está claro del todo que el equipo esté buscando una plantilla competitiva con la que asegurarse un ascenso a corto plazo. Más bien vemos la misma tónica que en pasadas temporadas. Cubrir el expediente con jugadores libres, descartes de otras plantillas, renovaciones de jugadores para los que, tal vez, el ciclo amarillo ya haya concluido y alguna cesión afortunada con la que no dejar ninguna posición huérfana.

Así, como mucho, podremos pasar sin pena ni gloria por una categoría en la que, a priori, deberíamos ser uno de los gallos del corral. Sin apostar por jugadores cotizados será difícil que el equipo pueda estar en la zona de arriba para, con el golpe de fortuna siempre necesaria, poder entrar en la terna de ascendidos.